Somos un equipo de narradores y les traemos lo mejor que Colombia tiene por ofrecer. En nuestro blog, respondemos a las preguntas más frequentes y revelamos los místerios, la cultura y lo mejor para hacer en nuestro país para ustedes.
El nombre lo dice todo: Ciudad de Piedra. Este lugar parece una ciudad entera construida en piedra. Sin embargo, no es una ciudad en el sentido literal, ya que no fue construida por el hombre, sino por el agua.
Estas piedras de millones de años, que se presentan en todo tipo de formas, han sido esculpidas por la fuerza del mar. Algunas rocas más pequeñas sostienen enormes piedras, e incluso se han formado túneles por los que se puede trepar. La erosión ha creado verdaderas obras de arte en este lugar.
Otra formación rocosa impresionante es el Portal de Orión (la puerta de Orión). Es un lugar bastante famoso en el Guaviare. Se dice que durante el mes de diciembre se puede ver la constelación de Orión a través de la ventana de piedra. Pero incluso si no visitas el lugar en diciembre, este sitio tiene un aura mágica.
No muy lejos del Portal de Orión, puedes apreciar uno de los ríos rojos de Colombia. Caño Sabanas quizás no sea tan conocido como Caño Cristales, pero se trata del mismo río, solo que con un nombre diferente en el Guaviare. Ubicado cerca de la impresionante formación rocosa, puedes combinar la visita a ambos sitios y después de la caminata, darte un baño refrescante en el río. Solo ten en cuenta no aplicarte protector solar ni repelente de mosquitos antes de ingresar al agua, ya que las algas que colorean el río son bastante sensibles a los químicos. La floración de las algas ocurre entre junio y noviembre, que es cuando los ríos se tornan rojos. Tendrás las mejores posibilidades de verlos en todo su esplendor en un día soleado. No te pierdas este impresionante espectáculo natural.
Siendo considerada la puerta de entrada a la selva, El Guaviare también ofrece una gran variedad de vida silvestre. Puedes observar diferentes tipos de aves como loros y tucanes, contemplar monos saltando de árbol en árbol o incluso nadar con delfines rosados en la Laguna Damas del Nare.
Debido a que estos hermosos animales siempre han sido tratados con respeto por las comunidades indígenas locales, no son tímidos con los humanos, por lo que tendrás la oportunidad de acercarte a ellos.
Si quieres adentrarte en una cultura completamente diferente, asegúrate de visitar a alguno de los pueblos indígenas que habitan esta zona. Existen varios grupos, pero la única tribu originaria del Guaviare son los Nukak Maku, quienes llevan una vida nómada cazando y recolectando su alimento. El mundo recién tuvo conocimiento de ellos en la década de los 80. Desafortunadamente, el contacto con otras personas ha tenido consecuencias negativas para estos indígenas, ya que ahora enfrentan enfermedades como la influenza, para las cuales no tienen defensas.
Otra tribu presente en la región es la de los Tucanos. Si los visitas, no te pierdas su comida tradicional, como pescado con yuca y plátano servido en hojas de palma. También es muy interesante conocer sus creencias religiosas. Puedes visitar una maloca, su lugar de reuniones y ceremonias.
La mayoría de las tribus tienen un chamán, quien actúa como puente entre la naturaleza y la gente. Define la dieta de la comunidad decidiendo la temporada para pescar, cazar o recolectar frutas, evitando la sobreexplotación de la naturaleza. Un dato curioso que comparten muchas tribus indígenas de la zona es ser multilingües. Hablar hasta 4 idiomas indígenas diferentes es bastante normal. Esto se debe a la costumbre de casarse con personas de otras tribus, lo que hace necesario aprender distintos idiomas.
ETCR (Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación)
En el pasado, El Guaviare se consideraba un destino demasiado peligroso para visitarlo debido a su fuerte involucramiento en el conflicto armado colombiano. Sin embargo, desde la firma del acuerdo de paz en 2016, las cosas están cambiando.
El gobierno ha tomado medidas para reintegrar a la sociedad a las personas que participaron en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Para ello, se crearon los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR). Estos lugares son como pequeños pueblos, generalmente ubicados en zonas rurales del país, donde los excombatientes guerrilleros pueden iniciar una nueva vida.
En estos espacios se cultivan hortalizas, permitiendo a los excombatientes ser casi autosuficientes. El ETCR de El Guaviare alberga a unas 300 familias que participan en diferentes proyectos como la reforestación o la producción de mermeladas.
No solo el conflicto armado ha tenido un gran impacto en el departamento de Guaviare, sino también el tráfico de drogas. Debido a la ubicación geográfica, este lugar era perfecto para el cultivo de coca, oculta en la selva, y también para instalar laboratorios de cocaína. En la lucha contra las drogas, el gobierno utilizó glifosato para destruir las plantas. Lamentablemente, esto no solo destruyó la base para la producción de drogas, sino que también contaminó el suelo de esta área, lo que causó problemas masivos para la población local. Incapaces de continuar con su agricultura, muchos se vieron obligados a involucrarse en el comercio de drogas para sobrevivir. Hoy en día puedes visitar la Finca de Coca para aprender cómo solían producir cocaína en el pasado. Para procesar cocaína, se utilizan muchos productos químicos como combustible y acetona. Así que ten en cuenta: coca no es igual a cocaína. Además de informar a los turistas sobre cómo se producía la cocaína, la finca ahora también se utiliza para cultivar diferentes árboles típicos de esta región, como el árbol de açai.
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